Un título estupendo para esta experiencia. Hace ya tres años empezamos esta experiencia, este proyecto. Lo que en un principio no era más que un quebradero de cabeza, luego se ha convertido en algo que se le ha dado uso y que, finalmente, ha pasado a ser una hermosa experiencia.
Este proyecto nace de una iniciativa europea con el objetivo de aprender sobre la impresión 3D y, además, afrontar los problemas sociales de hoy en día. En consecuencia, el proyecto adoptó el título de 3D2ACT. En él han participado junto a nosotros varias escuelas, universidades e instituciones de Holanda, Grecia, Italia y Chipre, entre otros. El proyecto comenzó en la época del Covid, y desgraciadamente, la oportunidad para conocerse llegó tarde. El proyecto se inició por videoconferencia, y el no vernos se convirtió en o interactuar con una pantalla se convirtió en habitual. El primer paso en esta experiencia fue crear una plataforma para estudiantes donde se desarrollaron hojas de ejercicios y trabajo. En estas hojas, los pasos para poder diseñar las piezas, para obtenerlas de internet, la información para conocer las impresoras 3D, las pautas para ponerlas en marcha, para imprimir las piezas y los diferentes materiales que podemos encontrar son el contenido principal que podemos encontrar. Todos estos documentos son los necesarios para que el alumnado tenga una idea inicial del diseño e impresión de piezas. Precisamente, y siguiendo esta metodología, nuestro alumnado ha podido APRENDER sobre el nuevo programa de diseño OnShape.
Además, en esta plataforma también se explica qué son las empresas sociales, las diferentes situaciones sociales y qué son los planes de marketing.
Entonces, ¿cuál es el objetivo de todo esto? Nuestro alumnado ha tenido que diseñar, imprimir y vender algo para hacer frente a un problema social utilizando esta plataforma. Esta ha sido la idea con la que se ha culminado este proyecto. Además, y buscando reforzar la motivación del alumnado, se decidió realizar un concurso internacional entre todos los y las estudiantes participantes en el proyecto.
Después de que nuestro alumnado de Politeknika Txorierri conociera el programa en clase, descubrieron el problema social: diseñar algo que le pueda ayudar a alguien con problemas de comunicación. Los y las estudiantes creían que lo más fácil era diseñar algo para alguien con problemas físicos y por ello decidían trabajar desde una perspectiva diferente. Empezaron por analizar el mercado actual buscando productos que pudieran suplir la problemática social que se les presentó. Tras este proceso, decidieron diseñar algo que permitiera a las personas comunicar sus necesidades cotidianas. Ese producto, deberían ser para un niño, un joven o un adulto, así que no podía ser un juego, algo que ocupa mucho, algo que pesa mucho, algo complicado. Así que decidieron hacer una pulsera. Se trataba de poder colocar y quitar los botones que contiene el pictograma en esa pulsera. En función de las necesidades de cada persona, para poder quitar unas y poner otras, es decir, que cada uno pueda personalizar la suya. Tras diseñar e imprimir todo esto vino BIZIA, un viaje a Chipre. Además de recibir más formación, los alumnos han tenido que vender su idea. Ante un jurado, exponer su idea y venderla. Los demás alumnos también han llevado ideas excelentes, pero así y todos los alumnos de Politeknika Txorierri han ganado el concurso y la satisfacción que supone. En resumen, la 3D2ACT ha sido un proyecto enriquecedor para alumnos, profesores y para todos. Además de trabajar los aspectos técnicos, los sociales, comunicarnos en una lengua a la que no estamos acostumbrados, trabajar con diferentes personas, ha sido una maravilla. Una vivencia que quedará en la memoria para todos.